lunes, 30 de noviembre de 2020

Prostatitis y dolor pelviano en el varón

 

PROSTATITIS Y DOLOR PELVIANO EN EL VARÓN

1.      INTRODUCCIÓN

·        Según el Instituto Nacional de Salud de EE. UU. (NIH) ha divido a la prostatitis en:

Prostatitis bacteriana aguda (I)

Prostatitis bacteriana crónica (II)

Prostatitis abacteriana crónica / Síndrome dolor pelviano crónico (III)

    Síndrome de dolor pelviano crónico inflamatorio (III a)

    Síndrome de dolor pelviano crónico no inflamatorio (III b) (No leucocitos)

Prostatitis inflamatoria asintomática



2.      EPIDEMIOLOGÍA

·        Infección urinaria parenquimatosa más habitual en el varón entre la 2° y 4° década de la vida.

·        11% en < de 50 años

·        8,5% en > de 50 años

 

3.      PATOGENIA

·        Prostatitis aguda: Infección parenquimatosa aguda de la glándula prostática generalmente por uropatógenos habituales (habitualmente E.coli) y que puede provocar, si se deja evolucionar sin tratamiento, una diseminación bacteriana que desemboque en una sepsis de origen urinario o un absceso prostático que pongan en peligro la vida del paciente.

·        Prostatitis crónica:

o   Teoría obstructiva: El origen del dolor y los síntomas irritativos u obstructivos estaría en una disfunción miccional por estenosis uretral, disinergia esfinteriana u obstrucción del cuello vesical.

o   Teoría del reflujo intraductal: A causa de una micción turbulenta de alta presión se produciría un reflujo de orina al interior de la glándula prostática que sería responsable de los síntomas, aunque actualmente se duda de su veracidad.

o   Teoría infecciosa: Es la más aceptada en la actualidad. Las prostatitis se producen fundamentalmente por vía canalicular ascendente o retrógrada, salvo algunas formas infrecuentes en las que los microorganismos alcanzan la próstata por vía hematógena (M. tuberculosis, Candida, virus, etc.). Una vez las bacterias entran en los conductos y glándulas prostáticas se multiplican rápidamente e inducen una respuesta del organismo con infiltración de células inflamatorias. En los casos agudos casi toda la próstata puede estar involucrada en el proceso, observándose infiltrados con bacterias y células inflamatorias vivas o muertes, células epiteliales descamadas y otros restos celulares.

o   Teoría autoinmune: Los estímulos antigénicos, bien microbianos o por presencia de orina por reflujo, determinan la producción local de inmunoglobulinas, tanto IgA como IgG, causantes del proceso inflamatorio local.

o   Teoría de la agresión química: Debido a sus diversos químicos o por ser portadora de sustancias con capacidad antigénica, la orina induciría, al alcanzar por reflujo los conductos y glándulas prostáticas, una respuesta inmunológica que desencadenaría la consecuente reacción inflamatoria y, con ello, una prostatitis abacteriana.

o   Teoría de la disfunción neuromuscular: La prostatodinia o síndrome de dolor pelviano crónico, de acuerdo con la nueva terminología, también ha sido relacionada con el estrés y diversas alteraciones psicológicas, especialmente ansiedad y tensión emocional. Sería una forma de enfermedad psicosomática que provocaría una alteración funcional neuromuscular pélvica con el consiguiente incremento de la presión uretral proximal que, además, facilitaría el reflujo de la orina hacia las glándulas prostáticas.

·        El cuadro clínico doloroso, miccional y sexual del síndrome de dolor pelviano crónico resulta, además, extraordinariamente similar al de la cistitis intersticial en las mujeres, lo que apuntaría a una neurofisiopatología común.

·        Se ha demostrado la asociación de dolor pelviano o prostático y la disfunción del suelo pélvico, lo que indicaría un mecanismo etiopatogénico compartido en relación con la inervación pelviana.

·        Una nueva teoría involucra a las prostatitis crónicas con la llamada “enfermedad pélvica venosa” que englobaría las hemorroides y el varicocele y en donde una disfunción del retorno venoso del plexo pelviano sería la responsable de las manifestaciones sobre el área prostática.

·        Factores de riesgo:

o   Fimosis

o   Coito anal no protegido

o   Infecciones del tracto urinario

o   Epididimitis aguda

o   Uso de catéteres

o   Resección transuretral de próstata

o   Patrones disfuncionales de flujo

 

4.      CUADRO CLÍNICO

·        Los distintos procesos infecciosos o inflamatorios que afectan al área uretro-próstato-vesicular cursan con sintomatología similar.

·        En el caso de los síndromes crónicos de prostatitis nos encontramos que unas veces los síntomas son escasos o inexistentes, comportando únicamente alteraciones en el semen que condicionan infertilidad.

·        En otras ocasiones, predominan las manifestaciones sexuales como la disminución de la libido, pérdida total o parcial de la erección, eyaculación dolorosa, eyaculación precoz, hemospermia o infertilidad. Pero lo más habitual es la existencia de dolor pelviano y síntomas urinarios.

·        El dolor es referido a áreas dispares: suprapúbico, perineal, lumbosacro, escrotal, peneano y cara interna de los muslos.

·        Los trastornos urinarios más frecuentes están representados por la disuria, imperiosidad y polaquiuria tanto diurna como nocturna, micción dolora e incluso retención aguda de orina. Estos síntomas pueden dar lugar a diagnóstico erróneos pues la prostatitis crónica/ síndrome doloroso pelviano crónico (PC/SDPC) se confunde con la HBP, dado que los síntomas del tracto urinario inferior que comparten ambas patologías provienen de una fisiopatología similar en el componente dinámico de afectación del sistema nervioso simpático.

·        Ningún signo clínico es específico de un tipo determinado de afección prostática excepto la forma aguda de infección de esta glándula en la cual la clínica presenta unas características muy bien definidas con fiebre, mal estado general, disuria, dolor perineal espontáneo o con la micción y, en ocasiones, retención aguda de orina.

 

5.      DIAGNÓSTICO Y DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL

a.      Exploración física

o   Destaca la escasa significación del tacto rectal pues únicamente la infección aguda ofrece características específicas que llevan al diagnóstico.

o   La próstata aumentada de tamaño es muy sensible a la palpación; el dolor y un vivo reflejo miccional está siempre presentes.

o   El tacto puede ocasionar la emisión por el meato uretral de un exudado purulento.

b.     Cultivo fraccionado

o   Método más utilizado en el diagnóstico de la prostatitis y también el más fidedigno.

o   Se basa en la obtención por separado de las fracciones inicial y media de la orina. Tras ellos se realiza un masaje prostático recogiéndose de la glándula. Por último, se obtiene, la orina postmasaje que arrastrará los restos de aquella que permanezca en la uretra.

c.      Cultivo de semen

o   La prostatitis bacteriana se caracteriza por la presencia en secreción prostática, orina postmasaje o semen, de una o más bacterias gram negativas que no crecen en los cultivos de las fracciones iniciales o media, o que presenta recuentos superiores, al menos, en una fracción logarítmica.

d.     Citología exfoliativa prostática

o   La infección intraprostática provoca una reacción inflamatoria intensa, tanto en el interior de las glándulas afectadas como alrededor de las mismas, detectable mediante estudios citológicos de la secreción prostática, orina postmasaje y semen con reconocimiento de polimorfonucleares, histiocitos, macrófagos, linfocitos y células plasmáticas.

o   El punto de corte:

o   100 à VB3 (Orina postmasaje)

o   500 à EPS (Secreciones prostáticas exprimidas)

o   1000 à Semen

e.      Ecografía

o   Aumento de tamaño de la próstata

o   Asimetría de los lóbulos prostáticos

o   Incremento del diámetro de los plexos venosos peri prostáticos

o   Nódulos hiperecogénicos en la próstata externa

o   Evidencia de litiasis intraprostática

o   Presencia de halos hipoecoicos periuretrales

o   Calcificaciones entre la zona transicional y la cápsula

f.       Estudio bioquímico

o   Estudio de plasma seminal

o   Fosfatasa ácida

o   Ácido cítrico

o   Zinc

o   Esta valoración se ve limitada por la dependencia por la dependencia hormonal de la secreción prostática y por el número importante de falsos resultados negativos.

o   PSA aumenta en prostatitis aguda

o   La presencia de niveles altos mantenidos de PSA tras un episodio de prostatitis crónica obliga siempre a descartar un cáncer de próstata.

g.      Respuesta inmune

o   La cuantificación de inmunoglobulinas en la secreción prostática demuestra un incremento de IgA en la forma bacteriana

h.     Estudio urodinámico

o   En pacientes con sospecha clínica + cultivos fraccionados y citología negativa, el único diagnóstico posible es el del síndrome de dolor pelviano crónico no inflamatorio. En estos casos, la sintomatología es la resultante o musculatura del suelo pélvico, ya sea aisladamente o interrelacionada

o   La urodinamia se debe efectuar ante la negatividad del estudio microbiológico y citología.




6.      TRATAMIENTO

 

o   Para que los Atb lleguen a la glándula se debe tener en cuenta: Liposubilidad, baja unión proteica, elevada pKa o constante de ionización y gradiente de pH (El pH normal es 6,5 – 6,7; pero se incrementa a 7 – 8,3 en caso de prostatitis crónica).

o   Los betalactámicos difunden mal al fluido prostático pues tienen un bajo pKa o constante disociación iónica y escasa solubilidad lipídica.

o   Algunas cefalosporinas alcanzan concentraciones iguales o superiores a las inhibitorias.

o   Difunden bien: Tobramicina, netilmicina, trimetopim, doxiciclina, minociclina, ácido pipemídico, norfloxacino, ciprofloxacino, sulfonamidas, nitrofurantoína, ofloxacino, fosfomicina, aztreonam y ceftriaxona.

o   Ciclos de tratamiento es de 6 a 12 semanas, con control microbiológico fraccionado después de una semana después.

o   Si este es negativo se repetirá 4 semanas más tarde, y de continuar la negatividad, con curación o mejoría clínica, cada 3 meses hasta completar un año de seguimiento.

o   Con esta sistemática se logra un 50-60% de curaciones.

o   En casos refractarios se utiliza una terapia antimicrobiana supresora durante un lapso más prolongado unido a eyaculaciones frecuentes.

o   Se puede optar a la punción intraprostática de antibióticos.

o   En paciente diagnosticados con síndrome doloroso pelviano/prostatitis crónica que pueden tener anticuerpos negativos, experimentaron una marcada mejoría tras un tratamiento de 12 semanas con ofloxacino.

o   Se aconseja la utilización de α-bloqueantes (fenoxibenzamina, alfuzosina, doxazosina, terazosina o tamsolusina), antiinflamatorios (indometacina o los nuevos anti COX-2), inhibidores de la 5α-reductasa (finasteride y dutasteride), pentosanpolisulfato e incluso la termoterapia que mediante el calor aplicado directamente a la próstata podría contribuir a la cicatrización de la inflamación crónica, mejorar la sintomatología por lesión de los plexos nerviosos prostáticos o ejercer un efecto bactericida in vitro.

o   El uso de α-bloqueantes se justifica en el síndrome doloroso pelviano crónico, pero también en la prostatitis bacteriana y abacteriana en combinación con antimicrobianos puesto que proporciona una clara mejoría clínica.

o   En caso de fracaso terapéutico la fitoterapia con quercetina o polen de abeja ha mostrado en algún estudio ser la alternativa.

o   Se recomienda el uso secuencial de α-bloqueantes, analgésicos, relajantes musculares, técnicas de biorretroalimentación y cambios en el estilo de vida.

o   En la categoría IV o prostatitis asintomática inflamatoria, no se recomienda  tratamiento alguno, excepto en casos de PSA elevado o infertilidad.

martes, 24 de noviembre de 2020

INFECCIONES BACTERIANAS POR AGENTES ESPECÍFICOS

 

INFECCIONES BACTERIANAS POR AGENTES ESPECÍFICOS 












S. agalactiae à Sepsis temprana en recién nacido




















v  Corynebacterium diphteriae à Obstrucción de vía aérea à Formación de pseudomembranas que se puede observar en toda la laringe.

v  Listeria monocytogenes à ingresa por vía oral






















 


v  C. perfringens à Fascitis necrotizante

v  C. tetani à Bloqueo del estímulo inhibitorio GABERGICO, predominando la excitabilidad (no hay regulación)

v  C. botulinum à Contagio por consumo de esporas (vía oral)

v  C. botulinum à Bloqueo del GLUTAMATO (excitatorio), predominado la inhibición






















v  Salmonelosis no typhi à Gastroenteritis asociado a (diarrea + fiebre)

o   Cuando hay mal manejo sobre todo en pacientes inmunosuprimidos, puede llegar a septicemia:

§  Afectaciones articulares (artritis, osteomielitis [puede estar acompañado de anemia falciforme])

§  Afectaciones cardiacas

v  Fiebre tifoidea: Ingestión de la bacteria que tiene periodos por semana

o   1 semana à Fiebre alta

§  Mielocultivo à Gold standard

o   2 semana à Disminuye la fiebre

§  Urocultivo

§  Hemocultivo

o   3 semana à Complicaciones: Hemorragias digestivas y/o perforaciones

§  Coprocultivo

o   Puede estar colonizada (guardada) en la vesícula biliar, pudiendo tener al paciente asintomático.

v  Shigella à Exotoxina shiga puede causar daño hemolítico urémico à Sd. Hemolítico urémico en niños, como segunda causa después de la E.coli enterohemorrágica

o   Tratamiento:

§  Cotrimoxazol (Trimetoprima y sulfametoxazol)

§  Ciprofloxacino

 

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